Toma de decisiones económicas

Cada vez que gastamos un peso o cada vez que nos proponemos a no gastar, se convierte en la base de una toma de decisiones económicas. El ejemplo más típico de decisión económica puede ser la de aprobar una erogación de por ejemplo U$ 400.000 para comprar una nueva máquina. Esto no podrá considerarse como una decisión económica competente a menos que:
  • hayan sido examinadas todas las alternativas (tengamos en cuenta que no hacer nada también es una decisión); 
  • que se hayan incluido todos los elementos de costos e ingresos y; 
  • que los principios y las técnicas de evaluación sean correctos. 

Podemos identificar dos tipos básicos de decisiones económicas:
  • Aquéllas que involucran una decisión de inversión en activos a la espera de obtener retornos en un mediano o largo plazo. Son las decisiones que conciernen al futuro o decisiones de inversión. Este tipo de decisiones son las de más difícil solución en la realidad y los métodos existentes de análisis son variados y, muchas veces, no bien entendidos. 
  • Aquéllas decisiones de consecuencias más inmediatas que tienen que ver. Se trata de decisiones que conciernen a los gastos que se encuentran totalmente en el presente. Generalmente, en estos casos, el resultado es de fácil cálculo. 
En términos simples podemos decir que:

INVERSIÓN ES CUALQUIER EROGACIÓN DE CAPITAL CON LA INTENCIÓN DE OBTENER UN RETORNO EN EL FUTURO QUE PAGUE LA INVERSIÓN ORIGINAL Y GENERE UNA UTILIDAD ADICIONAL

Se puede decir que la definición es amplia e inclusiva de inversiones en bienes tangibles (concepción tradicional) o erogaciones sin materialización física (capacitación, publicidad, gastos de reestructuración).

Tipos de proyectos de inversión

  1. Inversiones del tipo “Nuevo Negocio” 
  2. Inversiones del tipo “Reemplazo de Factores”
Las inversiones del tipo “Nuevo Negocio” incluyen a todo nuevo emprendimiento que comience de cero, es decir que se invierte en un nuevo emprendimiento con el afán de obtener un retorno en el futuro. No existe una intención o acción de reemplazo sino de nuevo emprendimiento. Podemos citar numerosos ejemplos: inversión en abrir un empresa, una nueva sucursal o filial, una nueva planta, inversión en capacitación de personal

A diferencia de las primeras, las del tipo “Reemplazo de Factores”, tienen como objetivo el cambio de factores de producción o la mejora de un mismo factor para obtener ahorros de costos o de productividad. Por ejemplo: reemplazo de un proceso manual por una máquina, reemplazo de una máquina obsoleta por otra de nueva tecnología, modernización de plantas o procesos.
Existen tres elementos característicos comunes a todo proyecto de inversión. Estos son los siguientes:
  • Existencia de una erogación de capital 
  • Un retorno futuro en forma de flujo de fondos positivos 
  • Un desarrollo de los elementos anteriores en el tiempo, en el que el primer elemento (la inversión) se produce generalmente (aunque no siempre) al comienzo del proyecto y el segundo (el retorno) se genera en el futuro. 

Estos tres elementos, además de caracterizar a un proyecto de inversión típico, definen los puntos críticos para el análisis de éste.

Criterios para evaluar un proyecto de inversión

La utilización de cada uno de estos criterios posibilitará la aceptación, o el rechazo, de los proyectos individualmente analizados. La elección apropiada depende de las circunstancias en que se tome la decisión y de la estrategia que siga la empresa

Flujo efectivo descontado: Consiste en determinar si el valor actual (VA) de los flujos futuros esperados, justifica el desembolso original (A). Si el VA es mayor o igual que el A, el proyecto propuesto se acepta, en caso contrario, se rechaza.

Valor Actual Neto (VAN): Es un procedimiento que permite calcular el valor presente de un determinado número de flujos de caja futuros, originados por una inversión. Si VAN> 0: El proyecto es rentable y se acepta.

Tasa Interna de Retorno (TIR): Proporciona una medida de la rentabilidad relativa del proyecto, frente a la rentabilidad en términos absolutos, proporcionada por el VAN. Para la TIR, se aceptan los proyectos que permitan obtener una rentabilidad interna, superior a la tasa de descuento apropiada para la empresa, es decir, a su costo de capital. Este método presenta más dificultades y es menos fiable que el anterior, por eso suele usarse como complementario al VAN. Si TIR> tasa de descuento (r): El proyecto es aceptable.

Relación Coste/Beneficio (C/B): Compara a base de razones, el VA de las entradas de efectivo futuras, con el VA del desembolso original y de otros que se hagan en el futuro; dividiendo el primero entre el segundo.

Valor Terminal (VT): Separa con más claridad las entradas y salidas de efectivo y se basa, en la suposición de que cada ingreso se reinvierte en un nuevo activo, desde el momento en que se recibe hasta la terminación del proyecto, a la tasa de rendimiento que impere. Esto indicaría a donde van los flujos después de recibidos. La suma total de los ingresos se descuenta luego de nuevo a la tasa k y se compara con el valor actual de las salidas. Si el VA de la suma de los flujos reinvertidos (VAIN), es mayor que el VA de las salidas (VASA), el proyecto se debe aceptar.

Tasa de rendimiento promedio (TRP): Es una forma de expresar con base anual, la utilidad neta que se obtiene de la inversión promedio. La idea es encontrar un rendimiento, expresado como porcentaje, que se pueda comparar con el costo de capital

Periodo de Recupero (PR): Se define como el período que tarda en recuperarse la inversión inicial, a través de los flujos de caja generados por el proyecto. La inversión se recupera en el año, donde los flujos de caja acumulados superen a la inversión inicial. No se considera un método adecuado si se toma como criterio único, pero puede ser utilizado complementariamente con el VAN. Los proyectos que ofrezcan un período de recupero PR inferior a cierto número de años (n) determinado por la empresa, se aceptarán.

Información necesaria para analizar una inversión

La información necesaria para evaluar un proyecto es la siguiente:

Viabilidad comercial: Se debe definir el mercado.
Viabilidad organizativa: Se trate da definir la estructura de la organizativa que permitirá la posterior operación del proyecto. Es la capacidad administrativa para emprender el proyecto.

Viabilidad técnica: Definir la función de producción que optimice la utilización de los recursos disponibles en la producción del bien o servicio deseado.

Viabilidad legal: Definir la inexistencia de trabas legales tanto en la etapa de inversión como en la de ejecución del proyecto. Pueden ser restricciones ambientales, de localización, en la publicidad o en el uso del producto.

Viabilidad económico-financiera: Tiene el objetivo de ordenar y sistematizar la información monetaria que se ha generado en todas la etapas para determinar la rentabilidad del proyecto.

Figura 22.1. Información necesaria para analizar inversiones

Con la información anterior se debe construir el flujo de fondos que será utilizado para evaluar la conveniencia del proyecto.

El flujo de fondos es una proyección que nos proporciona la información necesaria para saber si nuestro proyecto es rentable y, en el caso de requerir financiamiento, nos permite demostrar que tenemos la capacidad para atender los compromisos financieros.

Referencias

  • [TOMA DE DECISIONES ECONÓMICAS - EVALUACIÓN DE INVERSIÓN]. (s.f.). n/a
  • Federico. (16 de Octubre de 2009). Citerios para Evaluar Proyectos de Inversión. Recuperado de: https://www.econlink.com.ar/proyectos-de-inversion/criterios

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